MARY AND MAX
Adam Elliot, director australiano de animación premiado en diversos festivales por su corto “Harvie Krumpet”, esta vez nos trae su primer largometraje “Mary and Max”, realizado con la técnica de stop Motion y que nos enseña cómo a pesar de la edad y de la distancia se pueden dar grandes lazos de amistad.
Por la vida que lleva, sabemos que Mary una niña australiana y regordeta de ocho años no es como las demás, tiene unos padres muy particulares quienes no le prestan la atención necesaria; primero, esta su madre Vera, paranoica y nerviosa, que la mayor parte del tiempo se la pasa bajo los efectos del alcohol y la nicotina; luego, su padre Norman que pasa casi todo el tiempo trabajando y prefiere estar rellenando pájaros muertos antes que compartir con su hija.
Para aportar más a su soledad, Mary no tiene más amigos que sus muñecos y un gallo viejo que su padre le regalo. Al percatarse de su situación, decide escribir a alguien al azar, quien resulta ser Max, un neoyorkino cuarentón, obeso y ateo, que padece el síndrome de asperger. Él es un hombre solitario que perdió a sus padres cuando estaba chico, y a quien el amor no ha visitado. Gracias a la iniciativa de Mary, compartiran por medio de cartas una amistad, que crecerá día a día, estarán durante veinte años compartiendo sus secretos, inquietudes, temores y deseos. Uno con la ayuda del otro tendrá el apoyo para superar todos los acontecimientos inesperados, ¡y vaya que no son pocos!; así pues, sin más preámbulos les invito a explorar esta encantadora historia, que sin duda les atrapara.
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